Pues parece que se nos va el verano. Que dice mi Cruz que mientras haya playa y tinto frio todavía podemos estirarlo un poco más. ..pero a mi ya todo me huele a rutina. La vuelta al cole de los niños , el taparse de madrugada porque refresca , los cuadres de agendas , los tetris horarios para llegar a todo y a todos , la "rebequita" , los tuppers , los atardeceres tempranos .
A mi este otoño me pilla con los pies colgando , así como , cuando era niña y mi padre me subía a un poyete mientras se dedicaba al noble arte del tenis. Yo me quedaba allí quieta , balanceando mis manolas de colores , con la realidad a un metro ,sintiendo el cielo más cerca que el suelo , inventando historias creibles , futuros inciertos, compañeros de aventuras.... y así pasábamos las tardes , el a golpe de raqueta , yo con la ilusión de pensar que un metro de distancia es suficiente para construir un mundo mejor que el que el suelo te ofrece.
Este ha sido un verano intenso y especial . Un verano de esos para enmarcar y darle un sitio de honor en el hogar . He descubierto paraísos ubicados en el extrarradio , encontrado humanos bonitos que cierran círculos y abren horizontes , tachado de la lista de pendientes sueños compartidos con mi compañero de vida ,querido a los míos , echado de menos a mis mejas....
he reído , cantado , bailado , comido mucho , bebido más .... he sido feliz.
Por eso , en este momento en que la previsión del tiempo me escupe a la cara la bajada de temperaturas y lluvias no puedo evitar sentir un pellizco en el estomago y dejar que la nostalgia me invada. Porque aunque se que lo mejor está por llegar , que el otoño se presenta caliente en cuerpo y alma....he dejado que mi cuerpo se suba a un poyete y , con los pies colgando , he empezado a imaginar un otoño perfecto.