Un antiguo proverbio chino dice que si cuelgas un cuadro en una pared y después no te gusta como queda,siempre podras quitarlo pero el agujero donde has clavado la alcayata permanecerá allí y aunque lo tapes con otro cuadro o enmasilles y vuelvas a pintar la pared durante mucho tiempo ,recordaras que allí hubo un cuadro que no te gusto.
La decepcion es como ese agujero en la pared.Los enfados,los malosentendidos,los desencuentros son los cuadros que colgamos en las paredes de nuestra vida.Con cariño,perdón ,dialogo, podemos solucionarlos.La mayoría de las veces nos olvidamos del agujero que los mantenía colgado,pero en ocasiones nos es imposible obviar el agujero,porque es demasiado profundo,doloroso..demasiado decepcionante.
Cualquier relación se basa en el quid pro quo,”tanto doy,tanto recibo”, y aunque en cuestiones de amor ( de pareja, de familia,de amistad) todos queremos creer que damos de manera altruista,solo por el simple hecho de amar, la realidad es que nuestro subconsciente desea ser igualmente correspondido,igualmente querido.Cuando esto no ocurre ,cuando la incomprension le gana la partida a la ilusion,llega la decepcion...una decepcion fria que nos recuerda el tiempo invertido,las concesiones hechas,las palabras vertidas, un agujero dificil de reparar.
Solo el tiempo tiene el poder de tapar,enmasillar y pintar los agujeros de nuestras decepciones.Solo las personas podemos decidir seguir creyendo en personas aunque de vez en cuando,solo de vez en cuando,nos decepcionen.
Amén, amiga meva. Amén....m'ha encantat.
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