Tengo la teoria que la mayoria de los nacidos en los años setenta somos carne de psiquiatra debido a los dibujos animados que nos hicieron ver en aquellos ratos entre la merienda y la cena . Nada bueno puede salir de visonar tarde tras tarde a una niña con una cabeza muy grande ( mira que estaba mal hecha la pobre Heidi...) a la que nadie queria y pasaba su vida corriendo tras un cabrero ,pelin border line, y escuchando despotricar a su abuelo, o a un niño ,igual de cabezon ( los dibujantes japos se saltaron la clase de anatomia) , que en compañia de un mono ( ????) recorria el mundo en busca de su madre. Todo esto por no hablar de cuando nuestros queridos padres ,haciendo un alarde de modernidad, nos llevaban al cine y nos sumergiamos en el inquietante mundo Disney...y digo inquietante porque el Sr. Walt Disney debia de tener un trauma gordo con la muerte ,porque no hay pelicula de Disney en la que o no muera el padre,madre o familiar cercano del protagonista, se pierda un hijo o la pobreza extrema sea el hilo conductor de la historia. Total,que demasiado bien estamos para lo que nuestras pequeñas pupilas tuvieron que soportar.
Hoy , despues de un tiempo, he vuelto a recoger a mi compañero de vida a la salida del colegio. Viendolo salir riendo con sus amigos he recordado la unica pelicula de Disney que recuerdo con dulzura : Peter Pan.
De Peter Pan me gusta la aventura de volar solo con la imaginacion y un poco de polvo de hadas, el saber que los niños que se pierden son felices en un bosque donde no les ocurre nada malo, reir con el malvado mas torpe que nunca ha habido y sobretodo tengo debilidad por el personaje de Campanilla ( Wendy , su timidez y prepotencia me producen tremenda pereza) , su vestido corto,sus alas brillantes, su espiritu de proteccion, su indiscutible amor por Peter.
Y aunque con el tiempo ,los mismos psicoanalistas que nos ayudan a superar el trauma postHeidi-Marco han utilizado el termino Peter Pan para definir la falta de madurez de algunos hombres, cada dia estoy mas convencida que nuestra vida seria mas facil si dejaramos que Peter Pan, Campanilla y los niños perdidos se colaran en nuestro interior en algun momento del dia.
El trabajo, las obligaciones,los pagos, las presiones, los ex,los nuevos,los viejos...en definitiva ,la responsabilidad de sabernos adultos ha hecho que olvidemos que un dia fuimos niños,que reiamos con los amigos, que el mayor de nuestros males era que Pepito no nos ajuntaba o que mama nos habia preparado el bocata de foiegras y no de Nocilla.
Viendo a esos tres niños reir,sus pequeñas cabezas ladeadas y sus pantalones con las rodilleras desgarradas ,he pensado que hace mucho tiempo,demasiado,que no vuelvo a ser niña. No recuerdo lo que es reir a mandibula batiente, bailar o chillar sin importarme quien este al lado, llorar por cualquier miniedad, disfrutar de un parque al sol. Deberia,deberiamos, rescatar de nuestro baul particular de recuerdos a aquel Peter Pan o a aquella Campanilla que un dia fuimos y por un momento olvidarnos que tenemos la barrera de los cuarenta detras de la esquina, volver a ensucirnos las rodillas, deshacernos las coletas y descubrir que no es malo ser niño ,aunque solo sea de vez en cuando....
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