Lo gracioso de mi peculiaridad es que cuando he necesitado que se manifieste en su magnitud se ha esfumado y me ha dejado sola y expuesta a tu recuerdo.
Olvide olvidar la noche en que te conocí y las horas volaban mientras nos comíamos el Raval a bocados. Olvide olvidar tus besos, tus caricias, tus miradas . Olvide olvidar las promesas veladas , los futuros planeados, las palabras perfectas. Olvide olvidar que te quise como no lo había hecho antes, que dando volteretas de tu mano nada malo podía pasarme.
Ahora que te has ido, que sin un adiós desapareciste me quedo con las manos llenas de recuerdos sin saber que hacer con ellos, como gestionarlos, como enterrarlos. Ahora que te has ido mi memoria te niega, te sufre , te busca con la esperanza de que vuelvas .
Y mientras no te olvido se que un día mi memoria de pez despertara de su letargo y poco a poco difuminara los recuerdos , los momentos ... Poco a poco tus rasgos desaparezcan de mis ojos , tus palabras , como se suele decir, se las llevara el viento , tus promesas no serán más que un anécdota en mi vida.
Así que dejare que los días sigan, sobrellevando la resaca de la decepción , cosiendo con mimo las heridas, untando de pomada el alma, pomada de risas amigas, esperando el amanecer en que ya no te niegue, no te sufra , no te busque.
Hoy olvide olvidarte, mañana olvidare que estuviste.
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