Entre Alboranes, Danis Martín, Pinkies y los niños estos que son como los Back Street Boys de antes pero un poco mas amariconados ( perdón, sensibles) , encontré una pequeña joya : las cien mejores canciones del pop español. En el tiempo que tardo mi dedo en darle al botón de descargar ( previo pago, que para eso es Apple y se paga hasta por respirar) mi mente se teletrasporto veinte años atrás......
Decía Ana Diosdado en una de sus mejores obras que "los ochenta eran nuestros" y aunque seguramente estaba equivocada ,lo creíamos fervientemente .Y cuando Sabina nos advertía que la vida nos merendaría por muchos zapatos de gamuza azul que lleváramos,abríamos la boca para comérnosla a bocado limpio....porque en los ochenta éramos jóvenes, sin mas preocupación que el ahora, el "lo quiero" y lo quiero "ya"', éramos excesivos,radicales....éramos soñadores.
En los ochenta yo era veinte años mas joven, mas ingenua, mas intensa y en definitiva...mas tonta. Me tragaba todas las canciones de Hombres G aunque lo que realmente me motivaba era "la matare " de Loquillo. Vestía sueters Trivata con hombreras, levi's 501 e iba a la discoteca de moda del pueblo ( la única que había), pero lo que me ponía tierna de verdad eran los bares oscuros de alguna callejuela del Raval, donde me dejaba meter mano a ritmo de Siniestro Total . Combinaba el " debo" y el "quiero" con la misma destreza con la que un estilista viste a sus modelos...sin darle mas importancia ,porque no la tenía , porque los ochenta eran así, una mezcla de extremos, un juego continuo de ensayo y error, un aprendizaje constante.
Veinte años después , soy veinte años mas mayor ( que no vieja), mas realista ,mas prudente y sobretodo, mas lista ( que no inteligente) . He cambiado los levi's por los Loys, desterré para siempre las hombreras y adopte las camisetas blancas como signo de identidad propia . Mis oídos no están preparados para las discotecas de hoy en día y el bregar con trabajo,casa,niño y demás placeres cotidianos no dejan ni tiempo ni ganas de bares oscuros, de calentones absurdos. No hay "debo" ni " quiero", simplemente hay " es lo que toca" , porque el camino no ha sido ni mas fácil ni menos difícil, solo ha sido camino y como tal, me ha quitado y dado por igual.
Aun así, he etiquetado esta nueva adquisición con un " recuerda Annita" y me he propuesto que a ratos, solo a ratos, mientras Tequila me pide que salte, volveré a ser mas ingenua, mas intensa y por que no.....mas tonta.
...Genial!!!
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