Hace unos años Gabinete Caligari nos decia en una de sus canciones mas famosas que "no hay nada como el amor en un bar" . Años mas tarde, muchos años mas tarde, el maestro de la publicidad en forma de refresco le daba una.vuelta magistral a la idea y nos traia a la memoria lo que los bares significan en nuestras vidas.
Da igual si el bar se compone solo de cuatro paredes mal decoradas o haya venido el mismisimo Torres a darles vida, si las mesas son de formica o de marmol travertino, si hay sillas de esas de " toda la vida" o han sido sustituidas por copias de Miller...
Todo eso es secundario porque la magia de los bares radica en lo que vivimos y sentimos cuando estamos alli.... la connotacion que se graba en la retina cada vez que pensamos en ellos.
Seguramente si hago un ejercicio de memoria ( tarea titanica para una mente dispersa como la mia) algunos de los mejores momentos de mi vida los he vivido en los bares.... una noche de risas con mi churri Eva, la mandibula desencajada y los ojos llenos de lagrimas , cerveza en mano . Tarde de viernes en terraza de plaza, dejando el traje de mami en el perchero, siendo solo un grupo de mujeres , mezclando penas y alegrias , compartiendo consejos de belleza a ritmo de Gin Tonic. Cualquier bar de la Latina, mi querido enemigo intimo y una misma, entre claras de gaseosa, arreglando el mundo. El cortado con leche natural en Platerias donde el sonido de las gaitas desafinadas te hace olvidar lo malo que es el cafe a la que pasas la frontera de Zaragoza, soñando en soledad.... y como no acordarme del trinomi "futbol,caña y bocata" donde noventa minutos dan para besarse, tocarse, mirarse, desearse, en los que algun buen torero diria " el partido es lo de menos"
Los bares son asi, escenario mudo de vivencias, el decorado perfecto para interpretar la mejor obra de teatro...nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario