viernes, 4 de octubre de 2013

Dulce otoño

Después de un verano largo y caluroso parece que el otoño ha llegado por fin. Otoño que como un gran amor se ha hecho esperar. 

Otoño que  pinta la ciudad de colores diversos, árboles de hojas marrones, aceras mojadas en tonos grises, cielos teñidos de azul. Pasear bajo el arrullo del sonido que deja el aire al pasar entre paraguas, pisadas rápidas en buscade un portal donde refugiarse de la lluvia, la taza humeante de café recién hecho que recibimos como Maná de dioses.

Otoño de días cortos y noches largas. Horas quitadas a la luz de la mañana, robadas a contratiempo mientras el amarillo del atardecer nos recuerda lo pequeños que somos ante la magnitud del tiempo que todo lo controla y todo lo sabe. Urgencia de luz, de sol tardío, de calor en las mejillas.

Otoño de hogar. De manta,sofá y música. Mañanas perezosas bajo el edredón de plumas, piernas enlazadas , caricias preñadas de intención, calefacción en forma de cuerpos. Tardes de juegos de mesa y chocolate deshecho, risas de niños , ventanas salpicadas de lluvia, pies descalzos en calcetines. Noches de cine y relajación, desde la tranquilidad que proporciona la felicidad familiar.

Otoño de sensaciones, de ilusiones...de días fríos ,bufandas y botas de agua, de noches calientes, luces tenues y copas de vino.Otoño de colores, de paisajes pintados a acuarela, de corazones dibujados a mano. Otoño venidero, espectante, bello como una joya imperfecta, ingenuo como un bebe .

Otoño, dulce otoño.

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