martes, 1 de noviembre de 2011

Canallas...

Cualquier mujer de mas de treintaitantos sabe que si le proponen una cita con un chico muy "majo" se puede ir olvidando de una noche de pasion y desenfreno, es mas,no hace falta que se depile porque no habra ni una infima parte de su cuerpo que vea la luz...pero si la cita en cuestion es con un hombre con antecedentes pelin sospechosos y pasado turbio corremos a pedir hora a la estiticien y a probarnos los ultimos modelitos del Agent Provocateur.

Y es que es condicion humana en general y del cerebro femenino en particular la preferencia por lo complicado que por las cosas sencillas y banales.Esto no quiere decir que no apreciemos a los buenos hombres,al contrario, nos encanta estar rodeadas de caballeros que nos apoyen en nuestros malos momentos,nos lleven a casa a esas horas en las que el alcohol nos hace decir mas tonterias de las habituales y nos digan lo delgadas que estamos ultimamente.Que conste en acta que no hablo de los mal llamados "pagafantas",hablo de amigos,de personas a las que respetamos y queremos pero que llegado el momento de combatir no hay ni un apice de quimica,por no hablar de fisica...

Es aqui donde entran en escena los canallas...hombres que no siendo guapos se saben atractivos, fuertes y poderosos. Rodean su existencia con un halo de misterio que hace que las feminas caigamos como moscas. Quizas porque la prepotencia femenina ( parir da mucho poder) nos hace creer que tenemos suficientes armas como para cambiarlos,educarlos y hasta enamorarlos....infelices de nosotras nos arrastramos,aceptamos migajas ,lloramos por sus desplantes.

Despues de haber tropezado con algun que otro canalla, de haberme creido tan Mujer como para enamorarlo y haberme descalabrado en el intento, me he dado cuenta que ser canalla no solo es patrimonio del genero masculino, nosotras tambien podemos serlo y, sin pretender ser condescendiente, hacerlo  muchisimo mejor.La clave esta en quererse y respetarse por encima de todo, no depender de nada ni de nadie y dejar que una parte de tu vida quede en el suspenso.

Ser canalla no es politicamente correcto, no gusta a los padres y da mas de un dolor de cabeza,pero tambien, y de esto estoy plenamente convencida, es muchisimo mas divertido.

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