martes, 7 de enero de 2014

Un gintonic ,por favor!

El mundo está cambiando, y nada tiene que ver con la capa de ozono, el medioambiente o la crisis económica. Es un cambio tipo reconquista china, silencioso pero totalmente efectivo y peligroso.

Las alarmas empezaron a saltar cuando ,de repente ,hombres y mujeres estuvieron de acuerdo en algo sin ningún tipo de negociación traumática. Siguieron dando pasos cuando los vasos tubo de toda la vida fueron relegados al último estante de los bares y fueron sustituidos por las desconocidas copas de balón...pero el terror llego cuando ,por un lado, mi padre, hombre anti cualquier actividad que no contemple un sofá y un mando a distancia ,y se apuntó a clases de preparación de gintonic y ,por otro, mi querido enemigo íntimo apartaba de un manotazo su hasta entonces amado Baileys ( si, bebe licor de mujer...que le vamos a hacer) y se entregada sin reparos al Seegram's.

  Así que el mundo está cambiando y el culpable o el favorecedor, según se miré, es el inquietante mundo del gintonic... Porque no estamos hablando de tomar una copa después de una cena o viendo  un partido de champions, no. Hablamos de medidores tipo diabolo pequeño para no pasarnos ni una gota en la medida exacta de la ginebra, de cucharillas con palo largo para romper la burbuja o para todo lo contrario ( no tengo ni idea si es lo uno o lo otro), de aparatos que echan humo para enfriar la copa, de palabreos tipo "twist" que quiere decir algo así como "toque" pero en lenguaje cool, especies como enebro o cardamomo que ni siquiera sabíamos que existieran ...y una larga lista de complementos que han convertido el noble arte de disfrutar de un copazo de alcohol en toda una obra de ingeniería robótica .

Así que sí antes los chicos tomaban ron con cola , las chicas vodka con limón , en sus respectivos vasos tubo y ambos dos tan contentos, ahora te pasas más de media hora mirando la carta ( si, efectivamente, hay carta de gintonics sino como lo haces para englobar tanta cosa junta ) y decidiendo si te apetece algo suave con cítricos o mejor seco con notas dulces . Si a este trance le sumas que sí vas acompañada tendrás que probar y dejar probar los combinados a tu contrario, el resumen es que al final no sabes ni lo que te has tomado pero te queda claro que vas a tener que pagarlo con visa ,que con efectivo no te llega ni en sueños.

Yo, haciendo gala de mi dispersión natural y fácil contentacion , he optado por ni mirarme la carta y dejar qué o el de la lado o el barman decida el menjunje que me vaya a tomar. Si además tenemos en cuenta que en la mayoría de los casos dichos humanos serán de género masculino pues ya mato dos pájaros de un tiro; evito la pereza de estudiarme la Biblia del gintoneo y halago al elegido que eso siempre gusta .

Y si ya nos ha costado aprender a diferenciar los vinos y saber que es un trempanillo, un reserva o un crianza, ahora nos tenemos que ver con ginebras dulces,secas o vete tu a saber que más...resumiendo, al final siempre andamos mareados, con lo sencillo que es bebérsela una buena cerveza fría , en botella y a otra cosa.









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