martes, 28 de enero de 2014

Wonderful Word

Todas las relaciones ( entiéndase cualquier tipo de relación ; paterno-filial, amistad, compañeros de trabajo, amorcito ....) necesitan códigos de desconexión , un botón con el que desenchufarte cuando la susodicha ( la relación, se entiende) se hace demasiado intensa. Esos momentos en los que tu madre critica tu manera " ligera" de educar a "su" nieto, haciendo tanto hincapié en el posesivo que te hace dudar de quien de las dos sufría las contracciones el día que nació el vástago en cuestión . Los lunes en los que tu compañero de oficina, departamento, empresa tiene la imperiosa necesidad de contarte , con más pelos que señales, la fantástica jornada bucólico-deportiva de la que disfruto el domingo mientras tu te dedicabas a cambiar de postura en el sofá . Las llamadas de tu amiga que sabes que acabarán en un bucle de autocompasion, los monográficos de temática variada e incomprensible de tu contrario, las excusas sistemáticas de los  hijos para no hacer deberes, ducharse, cenar..... Cualquier situación de estas es propicia para que desenchufemos , básicamente porque nuestra salud mental lo agradecerá .

Mi querido enemigo íntimo se desconecta de mi cuando , según sus palabras textuales, entro en modo fantasía . Y supongo que tiene razón , reconozco que no soy la persona más realista del mundo mundial pero ,mientras decidía sí me enfadaba con el o no por ser tan explícitamente sincero, he pensado que no nos iría mal a todos ,tal y como están los tiempos, ponernos en modo fantasía y crearnos nuestro propio wonderful world.

En mi wonderful world los míos son felices y la vida se porta bien con ellos, los pequeños crecen y los adultos envejecemos con dignidad. Mi manera de ganarme la vida me hace sentir bien, tranquila, feliz.Viajo , por fin , a París y mi Mr. Big particular me deja que me comporte como una niña enamorada paseando por Montmatre. Me caso en las Vegas, vestida con un vestido de vinilo rojo, peluca de Pamela Anderson y con los niveles de alcohol en sangre tan altos que el significado de la palabra " boda" me haga reír a carcajadas... Mi wonderful wordl se come la realidad a bocados, llena los momentos de tristeza de sonrisas.

Y , aunque se que la mayoría de sus imágenes solo habitan en mi imaginación, no puedo evitar recordar que soy carne de Wall Disney y que por tanto, puede ser que algún día, mi modo fantasía se convierta en realidad. 

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